9/7/13

15 tips para el crecimiento personal

Dicen que la risa es la mejor medicina del alma, y visto así, indudablemente hay que cuidar la salud emocional.
  1. Piensa en positivo: Los pensamientos optimistas permiten vivir una vida más feliz y saludable. La idea es descubrir cuál es la mitad llena del vaso. Y a partir de ahí pensar cómo llenar el resto.
  2. Cultiva el cariño: Familiares y amigos pueden hacer mucho por ti con un abrazo, una llamada, una visita. La gente bien acompañada goza de mejor salud que los solitarios, sobre todo aquellos con soledad obligada, no elegida.
  3. Ten un pasatiempo: Seguro que hay una actividad que te entretiene y hasta te apasiona. Canto, pesca, pintura, cafecito con los amigos, jardinería, ir todos los viernes al teatro o comer con tu pareja afuera una vez por semana. No permitas que excusas menores y solucionables te impidan practicar aquello que tanto bien le hace a tu estado de ánimo.
  4. No discutas por tonterias: De la cantidad de cosas por las que nos enojamos por día, la mayor parte no tienen justificativo alguno. No vale la pena desperdiciar nuestro tiempo y buen humor por discutir cuestiones que van a ser olvidadas a los 15 minutos.
  5. Juega: Haz cosas que te provoquen risa. Los chicos, generalmente, son felices. Claro, su día está armado alrededor del juego. Los adultos debemos recordar más a menudo cómo éramos cuando niños. No está prohibido jugar después de la secundaria.
  6. El sexo es importante: No es pecaminoso ni oscuro. Es necesario y contribuye a la buena salud. Habla con tu pareja sobre qué les gusta y qué no. Respeta tu cuerpo y el del otro. Cuidate, sincerate, diviertete.
  7. Rodéate de cosas lindas: Pinta tu casa de colores estimulantes. Ten plantas en el balcón o la oficina. Ten una mascota (perro, gato, hamster: hay para todos los gustos y posibilidades) que te haga compañía y te dé cariño.
  8. Conócete: Dedica tiempo a saber más sobre ti, sobre tus sus virtudes y defectos, tus placeres y disgustos. Aprende a reconocer tu propia sensibilidad, a manejar tus reacciones.
  9. Maneja la ansiedad: Originalmente el cerebro activa la ansiedad en momentos de peligro. Pero muchas veces lo hace ante situaciones neutras. Y nos sentimos mal ante la simple posibilidad de que algo salga mal. Hay que controlarse, dejar de idealizar, no buscar la perfección.
  10. Revisa tu cuerpo: Enfermedades psicosomáticas, como el asma o la psoriasis, son síntomas de que algo no está funcionando en el nivel emocional. Pueden y deben tratarse desde el punto de vista clínico, pero también psicológico.
  11. Déjate ayudar: No hay que sentir vergüenza cuando uno no puede salir solo de un problema. Ni creerse omnipotente. Al contrario: si alguien desea ayudarnos significa que nos quiere, que le importamos. El orgullo y la autosuficiencia generan sentimientos de inferioridad y agresividad.
  12. Ponte en el lugar del otro: Es una gran manera de desactivar conflictos. Analiza la situación con los argumentos de la otra parte. Tal vez la razón igual sea tuya, pero al menos comprenderás por qué el otro piensa como lo hace.
  13. Ommmm… A meditar: Hay diferentes técnicas, pero todas apuntan a lo mismo: a aprender a poner una pausa, a mejorar el estado de ánimo, a conocernos mejor.  Averigua las opciones y quédate con la que más te guste.
  14. Anticipa consecuencias: Cuando hagas algo, plantéate por un momento qué podría suceder. Analiza si alguien podría sentirse afectado por tus actos. Incluso evitarás lastimarte a ti mismo.
  15. No te quedes anclado/a en el pasado: El ayer debe servir como lección, pero no como protagonista del presente. No podemos pasarnos la vida pensando en qué hubiera sido si… Lo único que podemos hacer es vivir es el presente. La nostalgia déjala para el tango, aconseja Soy Saludable.

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