Al preguntarnos cómo vivir mejor, olvidamos respondernos que contamos con el poder mental para decidir que aquello desagradable no nos toque, no nos llegue, no nos hiera; desde nuestra fortaleza interior podemos determinarnos a pensar que aquello que ciertas personas digan o hagan no va a lastimar y a perturbar nuestro espíritu, ni sean tampoco un obstáculo para vivir mejor.
Ahora, hacer esfuerzos de comunicación es importante, a veces por orgullo, por miedo o egotismo, no nos atrevemos a hablar y a decir honestamente lo que nos molesta o nos duele; a opinar sobre lo que podría ser diferente para conseguir un mejor ambiente familiar o un mejor clima laboral. Recordemos que las palabras, las conversaciones también tienen el poder de acercar a las personas.
Sin embargo la realidad es real y tenemos que aceptar la posibilidad de situaciones muy difíciles de cambiar -imposibles a veces-, personas extremadamente complejas de tratar, y entonces solo nos queda aceptarlo y eventualmente retirarnos; tal vez hoy no podamos mejorar ese ambiente pero mañana podremos encontrar otro, elejir otro, crear otro.
Ahora, hacer esfuerzos de comunicación es importante, a veces por orgullo, por miedo o egotismo, no nos atrevemos a hablar y a decir honestamente lo que nos molesta o nos duele; a opinar sobre lo que podría ser diferente para conseguir un mejor ambiente familiar o un mejor clima laboral. Recordemos que las palabras, las conversaciones también tienen el poder de acercar a las personas.
Sin embargo la realidad es real y tenemos que aceptar la posibilidad de situaciones muy difíciles de cambiar -imposibles a veces-, personas extremadamente complejas de tratar, y entonces solo nos queda aceptarlo y eventualmente retirarnos; tal vez hoy no podamos mejorar ese ambiente pero mañana podremos encontrar otro, elejir otro, crear otro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario