23/1/18

Quiero creer en un Mundo mejor



Quiero creer en un Mundo mejor, ese del cual imaginaba John Lennon. Un mundo menos materialista y mas agradecido, humilde; donde las gentes sean realmente bondadosas llenas de buenas acciones; esas, que   surgen de aquellos corazones desprendidos constructores de Paz y que le dan sentido a la vida; y, como?  Tendiendo una mano amiga sin mirar a quien.  Contemplando a tu alrededor y agradeciendo a Dios por los pequeños milagros sobre la faz de la tierra porque ver un nuevo amanecer es todavía un maravilloso momento que nos queda  como recuerdo eterno y por eso,  hay que defender en este presente para así labrar una mejor generación. Con los amigos que tenemos,  con la herencia familiar calida y valiosa que poseemos y en donde los jóvenes y los niños  crecerán y le darán sentido a todo lo que se les dará hoy y para el mañana, y si se les explica de la importancia de defender a el  planeta, tenemos buen trecho ganado.
Quisiera  erradicar el odio, la violencia y los promotores de guerras, que ha dejado muchos pueblos del  mundo en miserias; que el ejemplo  a seguir  es dar  amor y que la injusticia no siga haciendo mella en nuestras sociedades, que el acoso y la pobreza sean los gobiernos los que las repudien. Que entendamos que el planeta es nuestro hogar y hay que protegerlo de  muchos males, de tiranos que oprimen a los que sueñan y apuestan por ese mañana que todos deseamos.
Es cierto, que en ocasiones nos vemos hostigados por la  desesperanza ante tanta animadversión,  apatía que envuelven nuestras almas y es allí donde acudimos a nuestra fe  y ella nos responde a nuestras inquietudes. Esta en nosotros hacer un cambio  y juntos podemos lograrlo, por todo el maltrato a la humanidad, al mundo, porque lo que le hemos hecho  pasaran muchas descendencias para  recompensar  el mal que hemos causado. Desde ya, comencemos  no nos cuesta nada.
Ingrid Flores

3/1/18

Un año para Reflexionar



2017 fue un año lleno de retos, que sin duda marco significativamente nuestras vidas de una manera u otra.  Nos deja sentimientos encontrados donde la alegría y la tristeza fueron protagonistas muy a flor de piel.  Un año para reflexionar para sacar lo malo y aprender de lo bueno. Aceptar, que el presente que asola en estos momentos a muchos hogares en nuestro país, Venezuela es producto animosidad como nunca lo habíamos visto. Debemos corregir esto, porque una Navidad y Fin de Año tan atípico como el pasado año 2017; donde el éxodo  de Familiares y amigos fuera de nuestras fronteras, el día a día en nuestras casas donde las posibilidades de la gente por mas que se coloquen pañitos tibios para paliar la situación actual es paupérrimo lo cual determino y determina un sin fin de emociones y reafirma la posición del venezolano, ahora emigrante en la búsqueda de  un lugar   mejor y seguro.

Por ello, solo nosotros los venezolanos  podemos hacer  que se sienta el verdadero cambio, corregir lo que se tenga que corregir,  hacer sentir nuestros derechos y deberes como ciudadanos porque   si seguimos como hasta ahora, la Luz al final del camino no se  podrá ver y el futuro (Hoy), Será  sombrío y muy ajeno a nuestras propias convicciones. Queremos que vuelvan nuestros afectos a hacer país, ese que el conocíamos y que estamos perdiendo producto del revanchismo, resentimiento,  el egoísmo, el odio y la división. No eramos así.  

Que en el 2018 visualicemos una Venezuela proactiva y que siga en la lucha para  enaltecer los valores perdidos. Que los corazones aún adoloridos por las batallas perdidas y los que aún batallan se fortalezcan en espíritu y con la Bendición de DIOS puedan mitigar el dolor para poder así  alcanzar  a través de la FE y la esperanza  la paz,  el ánimo en el alma.   Amén y así sea.


Que nos devuelvan las ganas de reír, de vivir en PAZ,  con SALUD, Seguridad, bienestar y en LIBERTAD.